Cada 14 de junio, el mundo celebra el Día Mundial del Donante de Sangre, una fecha instituida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para agradecer a los donantes voluntarios y concienciar sobre la importancia de la donación de sangre.
El origen de esta conmemoración se debe al nacimiento del científico Karl Landsteiner, quien en 1901 descubrió los grupos sanguíneos, un hallazgo clave que permitió desarrollar transfusiones seguras y salvar millones de vidas.
A lo largo del mundo, diversos países organizan campañas informativas y eventos especiales para promover la donación voluntaria y garantizar el acceso a sangre segura en hospitales y centros de salud. La donación de sangre es un acto solidario que puede salvar hasta cuatro vidas y es fundamental para pacientes con enfermedades graves, personas accidentadas y mujeres con complicaciones en el embarazo.
Este año, el lema de la OMS para la jornada es «Dona sangre, dona vida», con el objetivo de fomentar una cultura de donación habitual y fortalecer los sistemas de salud.
Las personas interesadas en donar pueden acercarse a los centros de salud autorizados en su localidad y verificar los requisitos para ser donantes. La sangre no se puede fabricar, por lo que la solidaridad de los donantes es esencial para garantizar el suministro.

