Con motivo del Día del Instrumentador/a Quirúrgico/a, conmemorado el 19 de septiembre, El Nuevo Heraldo dialogó con Juliana Berardozzi, joven profesional que comparte con orgullo su experiencia en una labor que exige técnica y compromiso humano. Actúa como la extensión del cirujano, anticipando sus movimientos y facilitando cada paso con precisión y rapidez. Además de sus habilidades técnicas, nos pone en conocimiento respecto del desafío constante de mantener la concentración, la calma y el compromiso ético en situaciones de alta exigencia:
¿Qué te motivó a elegir la instrumentación quirúrgica como carrera?
Desde muy chica sentí una profunda atracción por todo lo relacionado con la medicina, y siempre tuve en claro que mi vocación estaba en formar parte de un equipo quirúrgico, contribuyendo como profesional de la salud. En la búsqueda de opciones que se alinearan con ese sueño, descubrí la carrera de instrumentación quirúrgica. Aunque es una disciplina poco conocida y muchas veces subestimada, encontré en ella la posibilidad de cumplir con mis objetivos y expectativas de formación.
En cuanto al rol profesional, ¿Cuáles son tus responsabilidades principales durante una cirugía y cómo te preparás para cada procedimiento?
En la profesión de instrumentación quirúrgica, la responsabilidad principal radica en disponer de todo el material necesario para cada intervención, garantizando que el acto quirúrgico se desarrolle con precisión y eficiencia. Esto implica demostrar destreza y habilidades técnicas, priorizar tareas de forma estratégica y organizar el instrumental de manera clara y ordenada. Además, anticipar los movimientos del cirujano resulta fundamental para optimizar los tiempos quirúrgicos y contribuir activamente al éxito del procedimiento.

En cuando a aspectos emocionales y éticos, ¿Cómo manejás el estrés o la presión en situaciones críticas?
En situaciones críticas, mantengo la calma enfocándome en los protocolos establecidos y en las necesidades del equipo quirúrgico, sabiendo que mi rol requiere precisión y serenidad. Con el tiempo, comprendí que el estrés forma parte inherente de la práctica quirúrgica, y aprendí a gestionarlo mediante una preparación rigurosa antes de cada procedimiento y confiando plenamente en mis conocimientos y capacidades.
Siguiendo la línea de la pregunta, ¿Hay alguna experiencia que te haya marcado profundamente?
Durante mis prácticas, enfrenté una situación en la que surgió una complicación inesperada durante una intervención. En ese momento, observar cómo el equipo quirúrgico actuaba con serenidad, precisión y coordinación me impactó profundamente. Aprendí que, incluso bajo presión extrema, la preparación previa y el trabajo en conjunto son fundamentales para tomar decisiones acertadas y salvar vidas. Esta experiencia me permitió comprender con mayor profundidad la disciplina, el compromiso y la enorme responsabilidad que conlleva ejercer esta profesión.
En cuanto a los cuidados y protocolos, ¿Qué tan rigurosos son los protocolos de esterilización y cómo se aseguran de cumplirlos?
Los protocolos de esterilización en el ámbito quirúrgico son sumamente rigurosos, ya que de su correcta aplicación depende la seguridad del paciente y la prevención de infecciones hospitalarias. Para garantizar su cumplimiento, se siguen procedimientos estrictos que incluyen la limpieza, el lavado, el empaquetado, la esterilización y el control de indicadores biológicos. Como instrumentadora quirúrgica, tengo la responsabilidad de verificar la integridad del material y asegurarme de que los indicadores hayan virado correctamente antes de utilizar el instrumental, contribuyendo así a un entorno quirúrgico seguro y confiable.
A modo de reflexión, ¿Qué es lo que más te apasiona de tu trabajo?
Lo que más me apasiona de esta profesión es la perfecta combinación entre técnica y humanidad. Por un lado, la precisión en la preparación del instrumental exige concentración, conocimiento y destreza; por otro, la responsabilidad de cuidar la seguridad del paciente implica sensibilidad, compromiso y empatía. Ver cómo un equipo quirúrgico bien coordinado logra resultados exitosos me reafirma cada día que elegí el camino correcto, y fortalece mi vocación.

