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viernes 05 de diciembre del 2025

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Mundial que deja huella

Nayra Decarli emocionó con su gran desempeño junto a Hanna Goytiño en el Campeonato Mundial de Trinquete 2025 disputado en Venado Tuerto el mes pasado

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En comunicación con el Nuevo Heraldo, Nayra resaltó el orgullo de vestir la camiseta nacional y competir al máximo nivel frente a selecciones con gran trayectoria y exigencia internacional.

A pocas semanas de haber finalizado el Campeonato Mundial de Pelota Paleta, modalidad Trinquete, realizado en la ciudad de Venado Tuerto 2025, provincia de Santa Fe, El Nuevo Heraldo tuvo la posibilidad de conversar con Nayra Decarli, joven y reconocida pelotari cuyo desarrollo deportivo sigue en constante ascenso. Junto a su compañera Hanna Goytiño, ambas lograron representar con inmenso orgullo a Adolfo Gonzales Chaves, alcanzando un destacado 4° puesto a nivel mundial. Su desempeño fue verdaderamente admirable, reflejando el esfuerzo, el talento y la dedicación que las caracteriza. Este logro no solo marca un hito en sus carreras, sino que también llena de emoción y orgullo a todo nuestro distrito:

Desde lo personal, y para contextualizar, ¿Cómo viviste la experiencia de representar tanto al Club de Pelotas de tu ciudad Gonzales Chaves como a la Argentina en el Campeonato Mundial en Venado Tuerto? Siguiendo la línea de la pregunta, ¿Cómo has transitado el recorrido hasta llegar a esta instancia?

              Sinceramente, la experiencia de poder la posibilidad de representar a mi país fue una vivencia inolvidable, llena de emoción y significado. Cada instante estuvo cargado de alegría, orgullo, responsabilidad y un profundo compromiso. No me sentía sola: me acompañaban mi familia, mis amigos, mi club y todas las personas que estuvieron presentes en cada paso de mi recorrido. Llevar puesta esa camiseta fue la concreción de un sueño largamente anhelado y que pude hacer realidad, y al mismo tiempo, una poderosa motivación para seguir creciendo y superándome día a día.

A Nivel deportivo, ¿Qué fue lo más desafiante del torneo en Venado Tuerto? En este sentido, ¿Cómo fue el nivel de competencia que encontraste?

              Lo más desafiante de este torneo fue enfrentarnos, como equipo, a selecciones con gran trayectoria, amplia experiencia y un nivel de juego realmente elevado. Para nosotras era la primera vez representando a Argentina, y éramos conscientes de que el camino no sería sencillo. Aun así, me siento profundamente satisfecha porque logramos demostrar que estábamos a la altura de esos exigentes desafíos: estuvimos cerca y competimos de igual a igual en numerosos momentos.

Haciendo un balance, ¿Qué sensaciones te dejó el resultado obtenido?

              En cuanto al resultado, me dejó con ganas de un poco más, con esa sensación persistente de que podríamos haberles hecho todavía mayor frente. Durante varios pasajes del torneo sentí que teníamos el potencial para ir más allá, pero la falta de experiencia en ciertas situaciones clave nos jugó en contra, y los rivales supieron aprovecharlo muy bien. A pesar de eso, me quedo con lo positivo: valoro profundamente todo lo aprendido, porque esas pequeñas diferencias que marcaron el desenlace son justamente las que nos señalan el camino a seguir, lo que debemos trabajar con más intensidad para crecer como equipo y como deportistas.

En cuanto al desarrollo personal, ¿Qué aprendiste de esta participación internacional?

              Esta competencia me confirmó que estoy a la altura, pero también me dejó en claro que todavía hay mucho por mejorar. Es un proceso constante, en el que cada paso, por pequeño que sea, suma y contribuye al crecimiento personal y deportivo. Fue muy lindo representar a la Argentina, sentir el orgullo de llevar esos colores y vivir la experiencia de competir al máximo nivel. Además, pude sumar aprendizajes tanto dentro como fuera de la cancha, fortalecer vínculos con mis compañeros y abrirme a conocer y vincularme con personas de otros países, lo que enriqueció aún más esta vivencia inolvidable.

¿Algún mensaje que desees agregar?

              Me quedo con lo positivo de este torneo, con todo lo aprendido en cada partido, en cada entrenamiento y en cada vivencia compartida con el equipo. Me llevo sensaciones de orgullo, de haber competido con entrega. Ahora toca seguir entrenando con dedicación, esforzándome día a día y preparándome con responsabilidad para alcanzar el mejor nivel posible de cara al mundial absoluto del año que viene, que será una nueva oportunidad para demostrar todo lo que venimos construyendo.

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