Luego de haber alcanzado la gloria al consagrarse Campeones del Clausura el pasado 14 de noviembre y, pocos días después, enfrentar a Claromecó en la lucha por el ascenso, dialogamos con Nicolás Bellusci, arquero de San Martín. Con orgullo y emoción, relató lo vivido en partidos que, más allá del título obtenido, se convirtieron en hitos claves que enaltecen al Club y marcan un momento simbólico que pasa a ser parte importante y representativo de la historia institucional:
¿Cómo viviste ese momento desde el arco, sabiendo la responsabilidad que tenías en tus manos?
En lo personal debo reconocer que me sentí muy tranquilo; de hecho, fue uno de los partidos en los que más confiado estuve. Estoy convencido de que esa calma se debe al trabajo que venimos realizando junto a la psicóloga del Club, quien nos brinda herramientas valiosas para afrontar cada encuentro sin que las presiones nos jueguen en contra. Desde principios de año contamos con el acompañamiento de la Lic. Mía Piscicelli, que nos orienta y procura transmitirnos confianza antes de cada partido, ayudándonos a que el trajín propio de la competencia no se transforme en una carga que nos bloquee. A pesar de que este encuentro nos obligó a remontar desde atrás, nunca perdí la seguridad de que en la definición por penales íbamos a lograr el resultado que buscábamos.
En cuanto al trabajo grupal, ¿Qué análisis hacés del rendimiento del equipo en un partido tan exigente y emotivo?
Creo firmemente que el grupo se fortaleció enormemente desde la primera fecha del Clausura. En ese momento nos propusimos ser un equipo más duro y sólido, y lo logramos gracias al gran grupo humano y al compañerismo que caracteriza a San Martín. Nuestro técnico, Maxi Ciervo, nos brinda todas las herramientas necesarias para afrontar cada partido, pero al entrar a la cancha sabemos que muchas decisiones dependen de nosotros, y ahí es donde se refleja el verdadero trabajo en conjunto. Lo que más nos enriquece es que convivimos distintas generaciones dentro del plantel, y eso nos permite complementarnos y sostenernos mutuamente en todo momento, generando más unión.
Entrando al terreno personal, ¿Qué lugar ocupa este logro en tu carrera deportiva y qué significa para vos defender el arco del “Santo” en una instancia tan histórica?
En lo personal, este año decidí volver a San Martín con la idea de disfrutar plenamente del fútbol, porque si hay algo que distingue a este club es el gran grupo humano que lo conforma. Más allá de que en otros equipos también encontré compañerismo, fue ese trato cercano y la contención diaria hacia los jugadores lo que me llevó a elegir nuevamente esta camiseta. Esa atención constante nos brinda seguridad y confianza. En cuanto a lo que logramos, creo que todavía no terminamos de asimilarlo: el propio ritmo del torneo nos llevó de salir campeones del Clausura entre semana a tener que preparar, apenas dos días después, una final por el ascenso. Sin embargo, estoy convencido de que cuando podamos detenernos y pensar en frío, le daremos el verdadero valor que merece, sobre todo porque hacía más de 15 años que San Martín no conseguía un título. Por supuesto, si se nos da el ascenso será un logro enorme, pero ya el hecho de haber quedado en la historia del club es profundamente gratificante y nos llena de orgullo.
Saliendo un poco del terreno de lo personal, ¿Qué enseñanza deja este título para el grupo y para la institución de Adolfo Gonzales Chaves?
Volviendo a lo que mencionaba antes, creo que el mayor aprendizaje de este tiempo fue haber logrado conformar un grupo sólido, unido y comprometido. Esa fortaleza colectiva nos permitió crecer mucho, porque todos tiramos para el mismo lado y entendemos que la unión es fundamental para cualquier objetivo. En el fútbol, los resultados pueden variar: a veces se dan las cosas y otras no, pero justamente en los momentos difíciles es donde más se refleja el verdadero valor del equipo. Allí aparece el apoyo colectivo, la contención mutua y la confianza en el compañero.
El fin de semana pasado se enfrentaron a Recreativo Claromecó en el mano a mano por el ascenso, con un empate como resultado, ¿Cómo se preparó el equipo para un desafío de tanta presión, más aún, habiendo salido Campeones pocos días antes? ¿Eso significó una presión extra?
El partido del pasado domingo fue realmente duro, una final muy trabada y con pocas llegadas claras de ambos lados. Sin embargo, más allá de esa tensión propia del juego, conversando con algunos compañeros coincidimos en que la presión ya no la sentíamos de la misma manera: estábamos tranquilos, conscientes de que si se daba la victoria sería fantástico, pero que, de no ser así, igualmente íbamos a disfrutar del encuentro y dejar todo en la cancha. Al momento de entrenar y prepararnos teníamos muy presente que se trataba de la final del año, y eso inevitablemente generaba un plus de presión, porque no podíamos relajarnos ni perder la motivación más allá del disfrute. No obstante, creo que la etapa que estamos atravesando nos impulsa y nos motiva, sacando de cada uno de nosotros ese “hambre” y deseo de ganar que se refleja en la entrega y en la confianza que tenemos como equipo.
Para finalizar y más allá del título obtenido, ¿Cómo evaluás el presente institucional y deportivo de San Martín?
Considero que San Martín ha experimentado un crecimiento muy importante en los últimos años, especialmente en lo que respecta a las divisiones inferiores y a la Escuelita, donde se han sumado una gran cantidad de chicos que hoy forman parte activa de la institución. Actualmente son más de 300 los jóvenes que participan, y se han logrado completar todas las categorías, cuando tiempo atrás apenas se contaba con una o dos. Este desarrollo no es casual, sino que también se relaciona con los buenos resultados obtenidos por el plantel superior, que han generado entusiasmo y atracción: más allá de que este año se consiguió coronar, en temporadas anteriores ya se había ganado la Copa Chaves y se había peleado una liguilla, lo que le dio al club un protagonismo sostenido. Todo esto ha fortalecido la identidad de San Martín y ha convertido a la institución en un espacio cada vez más convocante
¿Algún mensaje que desees agregar?
En lo personal estoy muy contento y positivo con todo lo que hemos logrado. Como te decía antes, este año elegí volver a San Martín con la idea de disfrutar cada paso del camino, y obviamente, si llega algún logro extra, será más que bienvenido. Los objetivos siempre van a ser los mismos, y aun si nos toca perder el próximo fin de semana en la vuelta de la Final del año, estoy convencido de que las ganas de crecer y seguir adelante van a permanecer intactas. En caso de no ganar, esta final quedará como mejor de tres y se definirá con el ganador de la Liguilla que actualmente se está disputando; luego, el vencedor de esos dos enfrentará la Promoción contra 11 Corazones. Finalmente, no quiero dejar de expresar mi agradecimiento a la gente de San Martín por el trato que nos brinda día a día, a mis compañeros por el esfuerzo compartido y, por supuesto, a mi familia que siempre está acompañando y sosteniendo en cada momento.
